Buscando regalos para los más pequeños de la casa se me ocurrió ahondar un poco más en el método Montessori, que tanto me llamó la atención el curso pasado cuando hablamos de ella en clase, ya que así además de hacerles felices con la llegada de sus Majestades es un regalo útil que les va ayudar en su proceso de aprendizaje. Y es que está búsqueda me ha llevado al encuentro de la creación de un alfabeto con fieltro, para el más pequeño y que a través del tacto se vaya familiarizando con las letras, y un tablero para realizar las primeras multiplicaciones del más mayor. Ambas cosas serán hechas a mano, así que los Reyes o mejor dicho sus pajes, se tendrán que poner manos a la obra si quieren llegar a tiempo, je, je.
Y de paso, he llenado la mochila de muchas más ideas para realizar con los niños de la clase a la vuelta de las prácticas ^^ Estas me van a ayudar mucho para las explicaciones que están por venir, sobre todo en el campo de las matemáticas.
Por si no escribo antes del día 6, Felices reyes y ojalá os traigan todo lo que habéis pedido en vuestras cartas.
Para terminar dejo la biografía de María Montessori (Fuente
Wikipedia)
Nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, provincia de Ancona, Italia, en el seno de una familia burguesa católica. Sus padres fueron Renilde Stoppani y Alessandro Montessori, militar de profesión y hombre muy estricto; sin embargo, en su familia se reconocía el derecho a cierta educación de la mujer.
Estudió ingeniería a los 14 años, luego estudió biología y por último fue aceptada en la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma "La Sapienza". Su padre se opuso al principio pero a pesar de ello terminó graduándose en 1896 como la primera mujer médico en Italia. Fue miembro de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Roma. Más tarde, estudió antropología y obtuvo un doctorado en filosofía, época en la que asistió a uno de los primeros cursos de psicología experimental. Es contemporánea de Freud y desarrolló su propia clasificación de enfermedades mentales.
Cuando se unificaron las provincias italianas y se independizó Italia, hubo un deterioro en la situación económica del país. En ese momento, se interesa por las condiciones sociales, especialmente de las mujeres. Participa en dos congresos internacionales para mujeres: uno celebrado en Berlín en 1896 y otro en Londres en 1900. Habló de las mujeres y de los niños, enfatizando las repercusiones que las condiciones de vida tienen sobre la sociedad. En 1898, en un congreso en Turín expuso la importancia de la educación y atención a niños con deficiencias mentales y planteó la relación entre el abandono infantil y el desarrollo posterior de la delincuencia.
Entre 1898 y 1900 trabajó con niños considerados perturbados mentalmente. Se dio cuenta de que estos niños tenían potencialidades que, aunque estaban disminuidas, podían ser desarrolladas y que eran dignos de una vida mejor sin representar una carga para la sociedad. En este momento decidió dedicarse a los niños durante el resto de su vida. Observó a los niños de una institución para niños “ineducables” jugando con las migajas de la comida, porque no había ningún objeto más en el sitio. Vio que no se las comían, sino que las manipulaban y se dio cuenta de que lo que les hacía falta eran objetos para tocar, que el ser humano tiene necesidad de actividad, de realidad, de cultivar su inteligencia y personalidad.